por:Nelson Romero
Cuando Miguel Ángel Buonarotti (1475-1564), quien fuera Arquitecto, Pintor, Escultor y Poeta, en el renacimiento italiano, es encomendado por el Papa Paulo III, (Alessandro Farnese) y quien lo nombro “Arquitecto de San Pedro” de por vida, para que pintara parte de los bellísimos frescos de la Capilla Sixtina; fue hostigado por el Cardenal Biaggio de Sesana, quien protestaba con mucho enojo e indignación por los desnudos que aparecían en los frescos que pintaba en La Capilla, el que se conoce como “El Juicio Final”, Miguel Ángel, como todo “un genio y figura”, decide con la sutileza y frescura de la ironía de un hombre talentoso, “desquitárselas”, sin proferir una tan sola palabra que ofendiera a Sesana y sin ningún insulto, de el acoso del Cardenal, pintando en ese precioso “fresco” a un personaje con las facciones de Sesana, pero con orejas de burro.
El Purpurado al ver esa caricatura se quejo ante el Papa y le pidió que le ordenara a Buonarotti que borrara esa figura, la que lo denigraba y lo hacia objeto de burlas, Paulo III fue a la capilla y al ver el dibujo, con una sonrisa socarrona, le dijo a el Cardenal Baggio de Sesana: “Hijo mio, si Miguel Ángel te hubiera pintado en el purgatorio podría sacarte, pero te pinto en el infierno y allí no tengo amigos”… La decoración de La Capilla Sixtina, la que se encuentra en el sector derecho de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, es terminada de una manera solitaria por el inmortal Miguel Ángel en el año de 1512, regalando a la humanidad, lo mas bello de su talento en ese renacimiento de las artes. En esa Capilla se celebran los conclaves y coronaciones papales y en 1994 el inolvidable Papa Juan Pablo II después de oficiar una misa, dijo: “este recinto, es la belleza del hombre, creada por Dios”.
fuente:http://netorivas.net/colaboraciones/?m=200903
