martes, 18 de octubre de 2011
viernes, 7 de octubre de 2011
LA PEDAGOGÍA
¿Qué es la pedagogía?
Para ello remitámonos a un insigne personaje en este campo Gastón Mialaret (Francés con estudios de pedagogía en la escuela Normal Superior de Saint-Cloud 1948,París)
Se le pregunta:
¿Puede hablarse de una pedagogía que se limite a la simple trasmisión de conocimientos,sin incluir juicios de valor?
Es evidente que no puede hablarse de una pedagogía limitada a la simple trasmisión de conocimientos, porque hacerlo implicaría tratar de educación y ésta constituye un terreno que rebasa el de los simples conocimientos transmisibles no son más que un aspecto de la formación del hombre y, por sí solos, pueden crear eruditos sin llegar a desembocar en una cultura.Desde luego, es indispensable que la pedagogía se sirva de los conocimientos para conseguir una educación y proporcionar una cultura, pero no se limita a la simple trasmisión de esos conocimientos incluye siempre ciertos juicios de valor; así, cuando Galileo
establecía sus teorías sobre la rotación de la Tierra, implícitamente estaba aceptando una determinada posición filosófica que incluye un juicio de valor.Podría decirse, incluso, que enseñar a leer a los niños por el método llamado global, o por el silábico, representa la aceptación de un determinado punto de vista sobre la estructura psicológica del niño y sobre las funciones de la lectura.Asímismo, si nos fijamos en las matemáticas como materia de enseñanza, la elección de la matemática moderna puede implicar cierto juicio de valor sobre la actividad psicológica y la función que las matemáticas deben desempeñar en la vida del niño y de la sociedad.Por tanto, la pedagogía no puede limitarse a la simple trasmisión de conocimientos , pues, si asi lo hiciere, no sería pedagogía, sino, simplemente, una preparación limitada de antemano a una función similar a la de un trasmisor de conocimientos o a un robot, lo cual no quiere decir que los conocimientos no sean útiles, puesto que cumplen con una función muy fecunda dentro del proceso educativo.Tiene que ser el punto de partida de toda una serie de asociaciones, de tomas de contacto, de reflexiones, que deben desembocar, tal como decía anteriormente, en un plan más general de la "formación humana".
fuente: "La nueva pedagogía".Biblioteca Salvat pag 8
Para ello remitámonos a un insigne personaje en este campo Gastón Mialaret (Francés con estudios de pedagogía en la escuela Normal Superior de Saint-Cloud 1948,París)
Se le pregunta:
¿Puede hablarse de una pedagogía que se limite a la simple trasmisión de conocimientos,sin incluir juicios de valor?
Es evidente que no puede hablarse de una pedagogía limitada a la simple trasmisión de conocimientos, porque hacerlo implicaría tratar de educación y ésta constituye un terreno que rebasa el de los simples conocimientos transmisibles no son más que un aspecto de la formación del hombre y, por sí solos, pueden crear eruditos sin llegar a desembocar en una cultura.Desde luego, es indispensable que la pedagogía se sirva de los conocimientos para conseguir una educación y proporcionar una cultura, pero no se limita a la simple trasmisión de esos conocimientos incluye siempre ciertos juicios de valor; así, cuando Galileo
establecía sus teorías sobre la rotación de la Tierra, implícitamente estaba aceptando una determinada posición filosófica que incluye un juicio de valor.Podría decirse, incluso, que enseñar a leer a los niños por el método llamado global, o por el silábico, representa la aceptación de un determinado punto de vista sobre la estructura psicológica del niño y sobre las funciones de la lectura.Asímismo, si nos fijamos en las matemáticas como materia de enseñanza, la elección de la matemática moderna puede implicar cierto juicio de valor sobre la actividad psicológica y la función que las matemáticas deben desempeñar en la vida del niño y de la sociedad.Por tanto, la pedagogía no puede limitarse a la simple trasmisión de conocimientos , pues, si asi lo hiciere, no sería pedagogía, sino, simplemente, una preparación limitada de antemano a una función similar a la de un trasmisor de conocimientos o a un robot, lo cual no quiere decir que los conocimientos no sean útiles, puesto que cumplen con una función muy fecunda dentro del proceso educativo.Tiene que ser el punto de partida de toda una serie de asociaciones, de tomas de contacto, de reflexiones, que deben desembocar, tal como decía anteriormente, en un plan más general de la "formación humana".
fuente: "La nueva pedagogía".Biblioteca Salvat pag 8
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